La religión es peligrosa

Tienes razón, la religión es peligrosa...

En nombre de Dios se han hecho cosas atroces, se ha matado, se ha torturado, se han dividido familias, pueblos y países, se ha mentido, se ha manipulado, se ha robado, se ha censurado la verdad, se han comprometido principios, se ha transformado la fe en una simple tradición...

Tienes razón, la religión es peligrosa...

Nos hace creernos buenos y nos aleja de la verdadera necesidad de ser salvados, nos convierte en ángeles por fuera y monstruos por dentro, nos vuelve jueces implacables y sin misericordia, nos adormece, entume nuestra conciencia, produce indiferencia, nos hace voltear la mirada hacia nosotros mismos y nos hace creer suficientes...

Tienes razón, la religión es peligrosa...

Es tan solo una fachada, un velo que cubre la realidad, reglas y tradiciones interminables, un conjunto de piedras que intentan suplantarnos, una pobre imitación de un Padre bueno, un cuerpo tendido inherente, sin vida; una burda copia de la verdad...

Tienes razón, la religión es peligrosa...

Pero la religión dista mucho de ser Dios. Hace ya muchos años conocí un Padre bueno, uno que no está en un edificio, uno que bajó del trono a tomar mi mano, uno que me guía con ternura, uno que me amó, uno que vió en mi lo que ni yo misma conocía, uno que sabía que necesitaba ser salvada y murió tomando mi lugar, uno que susurra su amor cada mañana, uno que me regala bellos amaneceres, uno que me enseñó que más allá de las reglas y tradiciones está el amor...

Un Dios que es nuestro Padre, un Dios que es amor, un Dios que lo dió todo por nosotros, un Dios que nos da la libertad de escogerlo o rechazarlo, un Dios que está a un susurro de distancia, un Dios que puede ser el mejor de los amigos, un Dios que nos busca incansablemente, un Dios que escogió morar en el más humilde de los hogares... que está esperando le abramos la puerta a nuestro corazón!!!