Son tan pocas las veces en las que nos detenemos a observar, en las que nos desligamos del tiempo y hacemos que nuestra vida pase, que la vida nos pase... Nos volvimos esclavos de un tiempo cruel y despiadado, un amo que no nos da tregua ni para tomar un poco de aire, nos hace correr detrás de el, persiguiendole; nos acosa haciendonos creer que le perdemos y que sin el no tendremos nada...
Nos tiende la red y caemos en su trampa, nos atrapa y nos pone en movimiento... ¡Despierta!...¡Corre!...¡Se hace tarde!... ¡Aprisa!... ¡NO HAY SUFICIENTE TIEMPO!... Y dejamos a un lado lo importante, corremos y arriamos a todos los que están al rededor, los metemos en la misma red... Y olvidamos.
Olvidamos detenernos a observar al que esta a nuestro lado, olvidamos ese beso antes de levantarnos, olvidamos hacer una pausa para ver sus pequeñas respiraciones antes de levantarse, olvidamos dar las gracias por los pequeños detalles que hacen grande la vida... y olvidamos vivir. Somos esclavos y no hay tiempo para mas... ¡Se hace tarde!
¡Tarde!... ¿Para que? Nos perdemos de tantas cosas a costa del tiempo, sin darnos cuenta de que este cruel amo no nos regresara nada. Pasarán las risas, los aromas, las caricias, las conversaciones... Pasarán las miradas, los amores, los momentos... Y los tiempos... Pasará la vida... Y este despiadado amo se reirá de nosotros.
Habrá que levantarse en armas para derrocarlo... Tendremos que sublebarnos o lo perderemos todo... Cada momento esta lleno de regalos, sutiles regalos que llenan nuestra vida, momentos mágicos que pasan y no regresan... ¡NO REGRESAN!.
Hoy descubrí que no quiero perder lo importante, no deseo que las prisas me conviertan en aquella que apresura a todos a su alrededor, en la que grita todas las mañanas ¡se hace tarde!... En la que corre, en aquella que no tiene tiempo, no quiero convertirme en aquella que esta sin estar... No quiero ser ajena a mi propia vida y perder momentos que no volverán.
Cuantas veces no hacemos una llamada por falta de tiempo... Cuantas veces olvidamos despedirnos, cuantas veces regañamos y opacamos sonrisas que no volverán, cuantas personas especiales que se alejan, cuantos silencios... Cuantos momentos.
Entender que todo tiene su tiempo... Es mas difícil de lo que parece. Y aprender a disfrutarlo sin ser esclavos de el es una tarea dura.
No demoremos en aprender la lección, "cada momento es una oportunidad que no se repetirá..." No dejemos que nos subyugue el tiempo. Detente conmigo y caminemos mas lento, será mejor que se pierda uno que otro día de escuela que perder el brillo de sus pequeños ojos y llegue el día en el que estén lejos (aunque presentes)... será mejor perder una que otra batalla que perder al amor de nuestra vida... será mejor dejar de hacer una que otra cosa y tomarnos tiempo con aquellos que son realmente importantes... Será mejor disfrutar los bellos regalos que tenemos antes de que los perdamos...