top of page

¡Hay Esperanza!

Actualizado: 22 jun 2019



Veo un clamor en el corazón de todo un pueblo, miro corazones extraviados que han perdido el rumbo, que se han perdido a sí mismos... Veo el dolor haciéndose cada vez más fuerte, un dolor que le ha dado paso al enojo, veo un pueblo enardecido, furioso y desesperado.

Millones de almas en busca de algo distinto, reclamando un cambio que nadie les puede otorgar, veo una nación cansada, una nación que desfallece, un pueblo sediento de paz y de equidad... Una nación en agonía, ¡Mi Nación!.

Hay razón para el enojo, hay motivos para el temor, es real el dolor pero no la desesperanza, tan sólo hay que buscar en el lugar correcto. ¡Si hay esperanza!, definitivamente creo en el cambio, en la verdadera transformación que surge dentro de cada uno de nosotros, esa que no se justifica sino que afronta sus actos, esa que nos hace cambiar de rumbo porque el único cambio verdadero es el que surge en el corazón... Pero ¿cómo cambias el corazón de un pueblo?...

El primer paso para transformar nuestra nación es entender que el cambio debe empezar en cada uno de nosotros, y para una transformación personal, lo primero es estar conscientes que no somos suficientes, habrá que dejar las excusas de lado y exponernos, no ante nosotros mismos sino ante una verdad mayor, dejar de mirar hacia afuera y mirar dentro... Guardar silencio y pedir perdón.

La esperanza comienza con reconocer nuestra necesidad, nuestra incompetencia, nuestra debilidad, nuestra indiferencia, nuestra falta de conciencia, nuestra falta de amor... nuestra maldad; un corazón arrepentido es el inicio para un verdadero cambio de rumbo. Si damos el primer paso, ¡hay esperanza!; si entendemos que no hemos hecho lo suficiente tal vez porque no tenemos lo suficiente, ¡hay esperanza!; si nos vemos a nosotros mismos como la raíz del problema y no como víctimas, ¡hay esperanza!; si levantamos la mirada al cielo en busca de ayuda, ¡hay esperanza!; si entendemos que se necesita más que sólo voluntad, ¡hay esperanza!.

Hay esperanza si rendimos lo que somos y le damos lugar la mayor revolucionario de la humanidad, al que partió en dos la historia, a aquel que nos lleva por un camino más excelente, el camino del amor. Hay esperanza, si como Él, podemos ser carbones encendidos, haciendo la diferencia... Entonces si, ¡hay esperanza!

Entendamos que no estamos solos, que no somos víctimas, que necesitamos asumir nuestra responsabilidad, que podemos tomar "un camino mas excelente", que necesitamos ser como carbones encendidos... Que depende de cada uno hacer las pequeñas diferencias que unidas hagan una gran diferencia. Sin olvidar que un carbón apagado no se puede encender a sí mismo.


1 visualización0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page