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Un día diferente...



Un día diferente...

Hoy desperté como de costumbre, eran justo las 6 am. estaba lista para levantar a los niños y prepararlos para la escuela, antes de abrir los ojos me estire sobre la cama y cuando me senté, mis ojos me tendieron una trampa... ¿Como era eso posible?, no estaba en mi habitación, bueno si... pero no... No en la actual.

Tallé mis ojos para tratar de quitar ese espejismo, pero nada... Aparentemente seguía allí, en mi cuarto en casa de mis papás, justo como estaba cuando tenia 20 años... ¿Esto era una broma?, ¿Es que acaso seguía dormida?. Pellizqué mi brazo para quitarme la duda y con todo y dolor, seguí allí.

Me paré frente al espejo y lave mi cara, mi cabello era mucho mas largo y mi rostro mas agraciado, el corazón comenzó a latir fuertemente sentía las palpitaciones en mi garganta cuando abrí la puerta, todo estaba obscuro y en silencio, caminé por el pasillo hasta el cuarto de mis papás... Estaban dormidos todavía y los observé hasta que su despertador sonó.

Ambos me saludaron y preguntaron si me encontraba bien, - todo bien- contesté y regresé a mi recámara, me bañé y me vestí con una calma que había olvidado, al terminar bajé las escaleras y encontré a mamá en la cocina con el desayuno listo... ¡Que delicia!

Estaba allí, pero todo era como una película, disfruté mucho la platica y la comida... ¿Pero?...¿Y ahora que se supone que haga?... Mamá me preguntó si habían cancelado mi primera clase, yo solo encogí los hombros, mi mente no dejaba de pensar en esos tres pequeños que necesitaban ropa, desayuno y peinado ¿A que hora terminará esto?... Los segundos pasan y lo siguiente seria dirigirme a la universidad, me despedí con un gran abrazo y una fotografía en mi mente.

Me detuve antes de salir de la casa y observé todos los pequeños detalles que a mis 20 años pasé por alto, recordé el olor, los colores, los rostros... ¡Todo! Me encaminé a la escuela y de pasada recogí a mi amiga como solía hacerlo, al llegar lo vi a él... Me esperaba en las escaleras de la entrada, me saludó efusivo y tierno a la vez, fue tan extraño verlo de nuevo como amigo...

Llevó mi mochila hasta la puerta del salón, yo lo miré y noté que sus ojos parecían distintos, mas brillantes, trataba de hacer bromas y parecer simpático... Yo lo observaba y lo disfrutaba, ¡Lucía tan joven!... Y pensar que en ese tiempo yo lo apreciaba mucho mayor, nos despedimos y prometió esperarme, me guiñó el ojo y se sonrojó un poco.

¿Que era todo eso? Las mariposas revoloteaban en mi estómago... Tan dulce, tan inocente... ¡Lo había olvidado!. Mi mente regresó de nuevo a mis pequeños, lo vi desde la ventana y noté todos los parecidos que tenían los pequeños con él... Se dibujó una sonrisa en mi rostro, no lo pude evitar, en ese instante él ni siquiera imaginaba que llegaría a ser el padre de mis hijos.

Había olvidado esa sensación, todo lo que hacia a su lado parecía especial, jugamos voleibol y el me miraba como... ¡Como si no existiera nada mas en el mundo!... Rozó mi brazo y todo mi ser se estremeció, mi corazón latía tan rápidamente que pensé que lo iba a notar, se acercó y besó mi frente para despedirse.

Subí a mi auto y cerré los ojos recordando su mirada, me dio nostalgia... ¡Que hermosa mirada!... Mientras tomaba el camino de regreso, noté que no tenía prisa, manejé despacio y un suspiro involuntario salió de mi...

¿Era esta una nueva oportunidad? ¿Cambiaría algo?...

Justo en ese momento el ruido de una bocina me hizo saltar... No era una bocina, ¡era mi despertador!

Abrí mis ojos y los volví a cerrar, todo había sido tan real...

¿Que pasaría si tuviéramos otra oportunidad? Si regresáramos por un día... 10, 20, 30 ó 40 años, ¿Que haríamos diferente?

Muchas veces estamos atrapados en la trampa de los "si hubiera...", Si hubiera tomado otro camino... Si hubiera guardado silencio... Si hubiera entrado a otra escuela... Si hubiera escogido diferente... Si hubiera...

Cuantos "si hubiera" se cruzan en nuestro camino y se interponen como enormes rocas, nos desvían la mirada de la realidad, nos hacen tropezar, parecen inofensivos, pero no lo son. Son ideas que nos hacen olvidar porque estamos aquí, nos desenfocan y nos hacen perder el rumbo.

Lo cierto es que podemos volver el tiempo atrás solo para recordar, para de alguna forma, volver a vivir... Recordar lo bueno y no lo malo, esos bellos momentos que muchas veces olvidamos, miradas, olores, rostros, detalles... La vida tiene sus momentos obscuros y si nos enfocamos en ellos, obscurecen nuestro hoy, nos empujan a la trampa de los " si hubiera", nos encadenan a la insatisfacción...

Pero si de alguna forma nos enfocamos en los días buenos, el hoy, se torna de un color distinto, mas brillante, menos lúgubre... Los tropiezos son necesarios, pero no nos quedemos mirando el suelo, ¡A levantar la mirada!.

Tenemos la oportunidad de un nuevo día que no se repetirá... Tomemos de nuestro baúl los recuerdos que nos hagan falta para darnos la fuerza de hacer de este día algo único e irrepetible, hubo momentos extraordinarios que nos trajeron hasta aquí... ¡No lo olvidemos!.

Habrá que darse el tiempo para recordar... ¿Lo intentamos?


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