Jamás lo imaginé
Un viaje a lo inesperado... ¡eso eres tu!
El primer día que te vi, jamás imaginé lo que me depararía el futuro, jamás imaginé que crecería a tu lado, jamás imaginé que en ese momento había una confabulación en el cielo, jamás imaginé que estaba frente al padre de mis hijos... jamás lo imaginé.
No fue cualquier día, era mi primer día en la universidad, un 4 de noviembre de 1991, aún lo recuerdo como si hubiera sido ayer... estaba emocionada, sabía que era un momento importante... pero pensaba que era otra la razón. A mitad del día mi amiga nos presentó... el sol brilló con más intensidad, los pájaros cantaron más fuerte, y yo, ni siquiera lo noté, nos saludamos y comenzamos a platicar, platicamos, y platicamos... y platicamos.
- A de ser maestro, pensé, pero que buena onda de maestro...
- Se ve demasiado chica, pensaste...
Y así comenzó todo, jamás imaginé que aquel hombre mayor era de mi edad, jamás imaginé que nuestras platicas se extenderían hasta los lugares mas profundos, jamás imaginé que en nuestros juegos te estabas apoderando de mi corazón. Te disfrazaste de amigo y te convertiste en mi amor.
- Conocí al amor de mi vida, le dije a mi papá mientras comíamos, jamás imaginé que era cierto.
Te platiqué mis sueños y te convertiste en parte de ellos, fuimos cómplices de juegos, de risas, de secretos, fuimos cómplices de volarnos algunas clases, Xochimilco fue testigo de varias paletas de hielo, de caminatas por el pueblito, de aquella vez que me quitaste los zapatos, de cuando me cargaste, del primer beso que me diste en la frente, no me di cuenta cuando me robaste el corazón y lo metiste en tu bolsillo.
Los minutos se convirtieron en horas, las horas se convirtieron en días, los días en meses, los meses en años y aquel 4 de noviembre fue memorable como el día en que conocí a mi amor, jamás lo imaginé.
Tantos sitios, tantos mundos, tanto espacio... no fue coincidencia coincidir.