Hay manos que hablan mucho y manos que son más bien calladas, las manos expresan mucho de lo que somos, de lo que estamos viviendo, de nuestras batallas, de nuestros triunfos y nuestras derrotas... Me gusta pintar manos porque las manos hablan, nos muestran sueños, tienen las marcas que la vida nos va dejando, que nos hacen ser lo que somos. Estas manos hablan de unidad, de un todo, del amor que aún en medio de las tormentas se mantiene afianzado, nos hablan de un viaje, de un camino recorrido juntos, del tiempo transcurrido y del tiempo por venir, de eso que te arraiga a través de los años, hilos que se han ido tejiendo desde la niñez... Nos hablan de sueños, sueños de niños que crecieron y dieron fruto, sueños viejos y sueños nuevos, con nuevos integrantes y nuevas ilusiones... Regalos prestados que podemos observar tomando sus propios rumbos hacia donde el Capitán los lleve. Sus manos nos cuentan la historia de una amistad, de esa amistad que no esconde nada, que a los años se ha vuelto sólida, hablan de compañerismo, de sostener al otro, de flaquezas y fortalezas, de ser uno y, sobre todo, de reflejar a uno mayor... PD. Muchas gracias por permitirme el honor pintar este cuadro para ustedes, deseo que cada vez que lo veas pueda recordarte esto que fue lo que me inspiró a pintarlo y que cuando arrecien las tormentas te haga saber que cordón de tres dobleces no se rompe pronto... con mucho amor para ti y tu familia.